Un encantador mono-ramo de manzanillas, lleno de frescura y naturalidad, que evoca los días soleados de verano y un aire campestre único. Este arreglo floral es perfecto para decorar cualquier espacio con su simplicidad y elegancia natural, ideal para quienes buscan transmitir serenidad y calidez en una ocasión especial o en el día a día. Coloca el ramo en un jarrón limpio con agua fresca tan pronto como lo recibas. Cambia el agua regularmente y corta los tallos en un ángulo de 45° para que absorban mejor la humedad. Mantén el ramo alejado de la luz solar directa, corrientes de aire y frutas maduras para prolongar su frescura. Para mantener las flores vibrantes por más tiempo, puedes añadir un conservante floral al agua. Retira las flores que se marchiten para que el ramo conserve su aspecto delicado y encantador.