Este hermoso bonsái Ficus Retusa es una planta exótica que aportará un toque de naturaleza y tranquilidad a tu hogar u oficina. Con su tronco delgado y ramas delicadamente modeladas, es una joya de la jardinería que aporta elegancia y serenidad a cualquier espacio. Sus hojas verdes y brillantes ofrecen un contraste perfecto con su maceta de cerámica azul, creando una armonía visual en cualquier rincón. Este bonsái es ideal para quienes buscan una planta fácil de cuidar pero que también requiere algo de dedicación para florecer y crecer saludablemente. Es perfecto para principiantes en la jardinería, pues su cuidado es sencillo, pero a la vez, es una planta que sigue mostrando belleza durante todo el año. Su tamaño compacto lo convierte en una opción ideal para lugares pequeños.

Ubicación: Prefiere lugares con mucha luz indirecta. Evita la exposición directa al sol, ya que puede quemar sus hojas. Riego: Riega moderadamente, permitiendo que el suelo se seque un poco entre riegos. Evita que el agua se acumule en la base de la maceta. Humedad: Disfruta de un ambiente húmedo, por lo que puedes rociar sus hojas ocasionalmente para mantener la humedad. Temperatura: Prefiere temperaturas cálidas, entre 15°C y 25°C. No tolera el frío excesivo. Poda: La poda es esencial para mantener su forma compacta. Corta las ramas que crecen desordenadamente. Fertilización: Fertiliza mensualmente durante la temporada de crecimiento (primavera y verano) con un fertilizante balanceado para bonsáis.